A veces las peores historias no tienen que ser excesivamente largas y a pesar de ser corta es tan impactante, que se intuye que es real. Estás bajo tu propio riesgo, no me hago responsable de que te ocurra algo malo.
Ocurrió en el año 2009, dos jóvenes se disponían de llevar a cabo una investigación acerca de una casa abandonada, que según los habitantes de un pequeño pueblo al sur de los Estados Unidos afirman que allí ocurren cosas extrañas y les da la sensación de que ese lugar está maldito.
Además quiero agregar que también se realizó otra investigación, esta era policial y trataba de averiguar que en cada cierto tiempo en el pueblo, desaparecían misteriosamente varias niñas.
Los dos muchachos después de un largo viaje, llegan a su destino y antes de ejecutar la exploración, decidieron por los momentos hospedarse en un hotel para planificar el mismo. Cayó la noche, ambos con sus cámaras y linternas se aproximaron hasta la casa deshabitada. Vislumbraron con la poca luz que proyectaba sus linternas, que los pasillos, los cuartos y la sala, se encontraban en muy avanzado estado de abandono. Con mucho miedo iban observando cada objeto que se encontraban, donde después se toparon con un diario de una niña. Lo único que se llegaba a leer debido a que el paso del tiempo terminó con deteriorar sus páginas, era la frase, “adoro a mis muñecas”, pero para su sorpresa, donde habían encontrado el diario, también se encontraron una llave muy cerca.
Decidieron continuar con su aventura terrorífica, hasta que de pronto carcomidos por el pánico, llegaron a ver como una sombra negra que parecía por lo poco que pudieron apreciar, que tenía la forma más cercana a una niña que se escabulle por unas escaleras, que para ellos estas daban con el sótano de la casa. Armados de valor, se acercaron a dichas escaleras y allí se veía que había una puerta al fondo de la misma. Llegaron y esta se encontraba cerrada.
Por simple curiosidad, decidieron probar aquella llave que se encontraron pocos minutos antes y efectivamente esta permitía acceder al sótano. Lo que vieron estos dos muchachos fue el horror absoluto, todo el cuarto se encontraba llena de muñecas en muy mal estado y además, el olor que desprendían era muy putrefacto, no llegaron a ver a la persona que había bajado, sin embargo, de todas las muñecas que se encontraban había una que sobresalía de entre todas, por su aspecto siniestro y esta a su vez, transmitía algo que les incomodaba demasiado, tanto así, que con mucha valentía uno de los muchachos con su cámara Kodak le tomó una fotografía. He aquí la foto:
No aguantaron más, así que salieron de esa habitación y llamaron a la policía con sus teléfonos celulares, ya que dicho lugar les parecía muy sospechoso.
Aquí acaba la aventura de estos dos jóvenes, pero no te he contado lo peor, oh no, ojalá que decidieras no seguir leyendo.
La historia continúa donde uno de los muchachos decide quedarse con los oficiales, en el momento en que habían llegado a la casa. Para su sorpresa, cuando removieron las muñecas, la razón de que estas desprendían ese olor tan repugnante era debido a que precisamente no eran juguetes, si no, que eran cada una de las niñas que habían desaparecido a lo largo de los años, sin embargo, el chico estalló del horror cuando se percató, que la muñeca de la foto que había tomado hace poco y le parecía extremadamente grotesca, comparada con las demás, ya no se encontraba en el lugar donde la vio, más bien, ya no se encontraba... en ninguna parte.
Vídeo para escucharlo:
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